Salamanca nunca se ha caracterizado por una gran actividad emprendedora, pero son varios los foros que están intentando que esto cambie: la iniciativa Iniciador (que, por cierto, celebra su tercera edición el próximo miércoles) Confaes y la Cámara de comercio intentando acercarse al gran público, la Universidad intentando paliar males endémicos…
Entre todas estas iniciativas, hay una que me ha llamado la atención y que llegó de puntillas durante este verano: la aceleradora de negocios de la Escuela Europea de Negocios . Ya llevaba tiempo funcionando, apoyando proyectos de alumnos y ex-alumnos de la escuela, pero este verano ha adquirido entidad propia.
A priori, la denominación de aceleradora de negocios le da un carácter diferente a las ya populares incubadoras: una incubadora es algo imprescindible, algo sin lo que no es posible sobrevivir, sin embargo una aceleradora (como la de fluxo) existe para que las cosas pasen más rápido, para coger carrerilla.
Otra de las cosas que me llama la atención es quién está detrás, Antonio Alonso, Director General de la EEN y, como dice su propia bio de Twitter, una persona dedicada a «hacer que las cosas sucedan». Y la verdad es que, desde su puesto en la Escuela Europea de Negocios lleva muchos años contribuyendo al tejido empresarial salmantino: GPM, la empresa desarrolladora de software, salió de la primera promoción del centro.
Smart Capital, que es como se llama la aceleradora de negocios, está situada en el edificio OpenHouse , una nueva construcción en el Polígono de Carbajosa que alberga a múltiples empresas. Entre ellas, algunas «criaturas» de Smart Capital: Iniziar, Blopies, Ibooster…
Su valor añadido no está en ofrecer un espacio físico para las empresas, sino en poderse hacer cargo de parte de las funciones de gestión que acarrea el montar una empresa para que el emprendedor pueda concentrarse en su idea de negocio, además de un servicio de coaching empresarial y de acompañamiento o mentoring a lo largo del proyecto. Son como business angeles, pero preocupándose especialmente de la dimensión angelical. A cambio, lo que el valiente emprendedor prefiera: una cuota de servicios o una participación en la empresa.
Edificio Open House. Polígono El Montalvo III. Salamanca |
Smart Cápital ha sabido ver en Salamanca lo que nosotros venimos pregonando como caldo de cultivo de la Charrosfera: talento, costes asumibles, calidad de vida… todo a la espera de «la chispa adecuada». En su breve historia, han conseguido revertir esa temible cifra de «sólo 1 de cada 4 empresas sobrevive al primer año»: para ellos, sólo una se queda por el camino.
Ellos están ayudando a apuntalar la incipiente charrosfera, un cluster de empresas con alto contenido tecnológico que tienen su base en Salamanca. El mundo online permite que la falta de infraestructuras del oeste de la provincia sea menos problemático.
Quizás sea una nueva burbuja, quizás no tenga muchos años de recorrido, pero por lo menos permitirá a una generación de nuevos emprendedores «pasar el chaparrón» de la crisis y creer en si mismos y, lo que es muy importante, en el valor de la colaboración y el networking, algo que se transmite desde Smart Capital.
Me gustaría dar las gracias a Antonio Alonso por atenderme y acabar deseando que haya muchas iniciativas como estas y que, como decía hoy mismo Carlos Barrabés : «pienso en que la chispa esta encendida, el cambio en España seran lo emprendedores.»