Escuché hablar de Snapchat el otoño pasado y, desde entonces, he pensado bastante sobre esta nueva red y sus posibilidades de comunicación y promoción para las marcas. Su atractivo para los usuarios frente a otras redes es la instantaneidad y sobre todo, la volatilidad. En Snapchat los usuarios comparten fotos con un texto escrito sobre ellas de no más de 40 caracteres (ni siquiera un cuarto de tweet) y… aquí viene la principal novedad, esta foto sólo se comparte con el usuario durante segundos, los que tú quieras pero con un máximo de 1o.
En España aún no ha alcanzado una masa crítica y la verdad es que yo me siento muy sola en mi cuenta (por cierto, malenarobe, para los que estéis por ahí) pero es muy popular en Inglaterra, Estados Unidos, Australia o países nórdicos, especialmente entre adolescentes. De hecho, Facebook (que hoy cumple diez años) ha intentado comprar al recién llegado por nada menos que 3 billones americanos. Y los chicos de Snapchat han rechazado la oferta.
Snapchat el domingo fue consagrada por el uso de las marcas en la SuperBowl: The Onions, Washington Post y especialmente Audi hicieron uso de la instantaneidad de esta nueva red para transmitir el evento de los eventos. Audi, por ejemplo, estuvo enviando imágenes de snapchat con los momentos y detalles más divertidos del partido, centrándose no tanto en lo que pasaba en el campo si no en todo lo que acontecía alrededor. Para ello contaron con la colaboración de The Onions, una publicación satírica estadounidense que sacó punta de «lo que el ojo no ve» de la Superbowl. Dos días después, la búsqueda de Audi y Snapchat produce más de un millón de resultados en Google. No estuvo mal la acción pero… tampoco era para tanto.
Este «éxito» me ha hecho acordarme de cuando empezaba a trabajar de lleno en redes sociales, allá por 2010, cuando se empezó a poner de moda Chatroulette. ¿Alguien se acuerda? En aquellos tiempos, con Aleyda y Milleiro, ideábamos campañas pensando en el valiente cliente que se animaría a innovar. Aunque algunas marcas si que hicieron campañas (llevábamos en todas nuestras presentaciones al Roaming Gnome de Travelocity), el boom de esta red social duró poco. Chatroulette consistía en una especie de ruleta rusa de chats, en la que podías conocer a distintas personas pero… arropada por el anonimato que permitía, acabó convirtiéndose en un campo de nabos, ustedes ya me entienden. De hecho, la red que yo consideraba desaparecida sigue existiendo, y actualmente se sustenta con enlaces de publicidad de un servicio de citas online solo para adultos.
Pero volvamos a Snapchat: para mi, su atractivo radica en que combina las tendencias básicas de toda red social (lo local, lo móvil y lo social, lúdico incluso), el protagonismo de la imagen y también la preocupación por la privacidad, algo que trae de cabeza a los usuarios. Además, como dice Calvo con Barba, parece responder a una tendencia de vuelta a la intimidad tras unos años de completa extimidad: compartir está bien, pero principalmente con mis círculos cercanos.
Por estas razones, a mi me saldría augurarle un buen futuro a esta red. Sin embargo, me puse a analizar las búsquedas de estas redes sociales tanto en España como en el mundo y podemos ver que Chatroulette tuvo mucha más repercusión. Claro, eran otros tiempos… las redes no proliferaban como setas. Esto me hace dudar de mi predicción, necesitamos esperar un poco.
Sin embargo, recomendaría a cualquier marca que quiera atraer a un público joven o menos joven pero innovador probar a jugar con esta nueva red. Primero, en España no abundan los ejemplos, por lo que cualquier marca que lo haga y que tenga una buena estrategia de relaciones públicas online puede conseguir una buena repercusión en los medios, algo que siempre viene bien. Por otro, si la acción es coherente con los principios de movilidad, espontaneidad y privacidad de este medio hará toda una declaración de intenciones ante estos innovadores.
Esperar a las «best practices» y el listado de «10 consejos para» está bien, pero… entonces no podrás convertirte en un ejemplo. Esperar a ver los datos, trayectoria e historia es una manera de planificar, pero nunca de hacer historia. Si quieres ser memorable, tienes que hacer algo diferente. ¡Atrévete a probar!
Son modas o cambios de hábito? Sólo el tiempo lo dirá…
Gracias por la mención !! 😉
L.
PS.- También te lo he mandado por Snapchat… 😛