En las dos últimas semanas he tenido el placer de participar en dos eventos de gran nivel que constatan que las señales de agotamiento de nuestro sistema económico ya son percibidos por la mayoría: del 27 al 29 de junio en Salamanca se celebró la Conferencia Iberoamericana para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el pasado 6 de julio en Madrid la primera Cumbre sobre Innovación Tecnológica y Economía Circular.
La verdad es que ha sido un gran modo de acabar el curso, constatando que hay mucha gente uniendo esfuerzos para pensar qué tipo de sociedad queremos y cómo vamos a afrontar los retos a los que nos enfrenta el cambio de paradigma y que, haciendo mías las palabras de Iban Revilla, son el cambio climático y la desigualdad.
Para ponernos en contexto, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una agenda acordada en el seno de las Naciones Unidas en 2015. Son 17 objetivos interrelacionados que con un horizonte en 2030 buscan «poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad».
La economía circular, por su parte, es una alternativa al modelo actual de producción. Si ahora nos movemos en una cadena de de valor lineal, en la que generamos residuos en cada fase, la economía circular es un modelo que propone que los recursos y materiales se reincorpora en los procesos productivos de forma circular, alargando su vida útil y reduciendo al mínimo la generación de recursos. La economía circular precisa de innovación tecnológica, de una innovación comprometida con la solución de problemas. Pero este video de COTEC lo explica mucho mejor:
EL APOYO DE GRANDES MENTES
… y grandes empresas. Este es probablemente el común denominador de ambos eventos. Si Iberdrola era el principal patrocinador de la Conferencia ODS, AirEuropa era el de la Cumbre de economía circular.
En la Conferencia de los ODS tuvimos un gran plantel de experiencias y de gente que está trabajando por cambiar el mundo desde sus parcelas: innovación, educación, medioambiente o alianzas. Para mi, uno de los platos fuertes fue la socióloga Saskia Sassen que nos habló de que «otra innovación es posible». Además de hablarnos de la problemática e irracional financiarización de la economía y de cómo es nuestra responsabilidad no dejar en manos de las multinancionales hasta el café de barrio nos instó a darle otro enfoque a la innovación y a lo digital: pensar lo digital como algo indeterminado nos ayudará a sacarle partido, ahora está demasiado sistematizado.
Me emocionaron las experiencias de Angelica Dass, que nunca se sintió representada por las pinturas color carne y que hoy muestra al mundo los pantones de nuestra piel y la de Tere González y su Liter of Light, que decidió que mientras hubiera alguien sin luz las botellas de plástico no serían basura. Ah, y por supuesto de Ecoalf, que limpia los mares mientras hace ropa, un proyecto que no por conocido es menos valioso.
Los ponentes de la Cumbe Alf fueron impresionantes, con nada menos que 4 premios nóbeles, expresidentas y futuros presidentes y claro, Obama. Aunque quizás lo que más me llegó y me inspiro fue la ponencia de Jesús Martínez Linares, que se hizo embajador contra el cambio climático con Al Gore y que nos habló de su modelo basado en la alegría y lo social para enfrentar las tres revoluciones que estamos viviendo a la vez, la digital, la ambiental y la industrial.
El discurso más esperado , el de Obama, fue en realidad una charla reposada y reflexiva con el principal Organizador, Juan Verde, en la que nos dejó varias perlas sobre el cambio, la educación o los problemas sociales. Acabó recordándonos que el cambio es urgente, aunque a veces sea exaperadamente lento, y que «better is good».
Tengo muchas más páginas en el cuaderno que nos dieron al entrar en la cumbre (y que yo no tiré, ver punto siguiente), aunque me quedo con estas:
- «Si nacemos en una montaña de oro nuestro comportamiento también será de oro. Si nacemos en una montaña tóxica todo lo que surja será también tóxico». Dasho Karma Ura, Ministro de la felicidad de Bután.
- «Los problemas sociales más urgentes son humanos, no técnicos» Obama
- «Los gobiernos deben eliminar las políticas cortoplacistas y comprometerse con la sociedad.» Finn Kydland PremioNobelEconomia
- Para cambiar el sistema necesitamos curiosidad e imaginación, pero perdemos estas cualidades con un sistema que nos pide memorizar respuestas y no hacernos preguntas. Richard Gerver
- Estamos en la era postantibiótico y quizás debemos aliarnos con las bacterias para avanzar. La receta de Rosalia Arteaga, expresidenta de Ecuador, nos da una receta para enfrentar los retos: sentido común, ética y humildad.
Era obvio el carácter político de la cumbre, pero quizás echamos de menos más experiencias prácticas y planes de acción que bajaran a lo concreto. El principal mensaje fue claro: nuestro sistema productivo tiene que cambiar y el tiempo se agota. La economía circular nos propone un nuevo modelo productivo que nos permita seguir disfrutando de nuestra calidad de vida sin agotar los recursos de nuestro planeta y la educación y la tecnología son claves para hacer realidad esta cumbre.
COHERENCIA EN LOS DETALLES
Si en algo han diferido enormemente los eventos ha sido en la búsqueda de coherencia en los detalles a la hora de su planificación. La conferencia de Salamanca tuvo un montón de detalles que demostraron que los organizadores tuvieron en mente la sostenibilidad al decidir cómo montar el evento (al que asistieron unas 600 personas): acreditaciones hechas de papel plantable, vaso y bolsa reutilizable para los asistentes, fuentes de agua o pausas del café con fruta fresca en platitos de barro. Se fomentó la participación mediante hashtags en twitter, aplicaciones para hacer y votar preguntas, una gran pizarra en la que comprometerse con los ODS y distintos elementos «instagrameables». Y uno de mis detalles preferidos, un pin con el logo del congreso para llevar nuestro compromiso a nuestro día a día.
Sin embargo, esto de cuidar los detalles fue para mi el punto más débil de la cumbre de Economía Circular (Cumbre Alf). Ya lo dije durante el evento y ha sido muy comentado, pero la organización perdió una gran oportunidad de mostrarse coherente con lo que se predicaba. El evento estaba lleno de botellas de plástico, vasos desechables y palitos de plástico , incluso en el buffet de la comida se sirvió café en vasos desechables . Además no ayudó que algunos asistentes decidieran dejar todos sus residuos (¡incluyendo los cuadernitos que nos acababan de entregar! ) en el suelo del auditorio. Una imagen que desentonaba con el mensaje de la cumbre y el compromiso que se presuponía a los asistentes (además de una mínima urbanidad).
#CumbreALF Desconcertada x la cantidad de botellas, vasos de café y programas tirados en el suelo en un evento sobre ec. circular. Puedo entender q para la organización es difícil evitarlo pero…¿los asistentes? La revolución empieza por uno mismo, todo lo demás… #postureo.
— Elena Rodriguez (@topohumpry) 6 de julio de 2018
Tampoco se pensó en la sostenibilidad a la hora de elegir el lugar donde se realizó el evento, ya que era difícil de llegar en transporte público y no se facilitó una opción de compartir taxis, de alquilar con descuento coches eléctricos o algo similar. ¡Estos detalles cuentan! Además, aunque se hubiera hecho sólo con los «líderes», habría sido una manera de fomentar el contacto, algo que muchos echamos de menos (no hubo oportunidad).
RED Y ACCIÓN
Dos eventos, en resumen, interesantes e inspiradores, pero obras son amores y no buenas razones. No se hasta qué punto es mi deseo o la realidad, pero creo que ya deberíamos haber superado la fase de diagnóstico: el tiempo pasa y tanto la desigualdad como el cambio climático son problemas acuciantes. Los discursos brillantes sirven para crear un sentido de comunidad, de estar todos en la misma página, pero no nos hacen avanzar hacia la soulción.
Por supuesto estas conferencias son muy importantes ya que ponen en la agenda la necesidad de una transición en nuestro modelo económico, aunque esta agenda sólo es útil si se convierte en planes, alianzas y compromisos. En este sentido , ambos eventos se presentan como un punto de salida, como el punto de encuentro para personas que comparten el objetivo de cambiar el sistema. La #conferenciaODS acabó con la firma de la «Declaración de Salamanca» y con una web en la que compartir experiencias y la #CumbreAlf (nos) invito a 300 denominados líderes que tendrán como misión difundir el mensaje de la economía circular por toda España.
Y respecto a las grandes empresas que han financiado y hacen posible estos eventos, es importante que entiendan que ni los ODS ni la economía circular son una tendencia a la que sumarse ni una moda, ni algo que les puede hacer quedar bien. Continuando la analogía que leía hace poco en el blog de Allegro 234, el cambio de sistema tienen que ser parte de su propósito y este propósito tiene que ser el sistema operativo de las empresas, lo fundamental .
Y es que para que cambiar el mundo no sea una utopía sino un plan, es necesario que todos nos pongamos a ello: aquellos que se comprometen a implementar pequeños cambios en su vida, soñadores y escéptios, innovadores con sus pequeños proyectos y grandes multinacionales, investigadores, pensadores y gente de acción, concejales de pueblo y ex presidentes de los Estados Unidos.
Lo mejor de ambos eventos, encontrarte con «compañeros de fatigas» y conocer a gente nueva que piensa como tú. Me coincidió el evento de Salamanca con una crisis de móvil y no tengo fotos. pero un placer compartirlo con mis compañeros EBC, Jose Luis y Anke y con otros sospechosos habituales como la gran Ana Carlos. Y en la Cumbre Alf, Paloma, Patricia, Berta, Goiko y tantos otros. ¡Siempre adelante!
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