Hoy reflexionaba en común, como nos gusta hacer en las redes sociales sobre la «ética del community manager». A raíz de un post de Graciela Diaz, «Comunicación un bien necesario» reflexionamos sobre la posición actual del community manager, a veces tildado de vende humos y otras veces metido en una dinámica de sin sentido, construyendo una comunidad para un cliente que muchas veces no tendrá tiempo para comunicarse con su community manager o para responder a sus preguntas completas.
¿Hacer lo que quiere el cliente aunque sepas que no es lo adecuado? ¿Aceptar el «fracaso» de no obtener resultados de acciones sin estrategia? Me entró un momento Mafalda, muchas ganas de quejarme.
La respuesta es compleja, sobre todo si tenemos en cuenta que no es un hobby ni un entretenimiento,sino una actividad económica y que «hay que ganarse las habichuelas».
Ahora ya en casa, leo en un artículo sobre Gestión en un mundo globalmente conectado:
Sin embargo, cuando las tecnologías cambian radicalmente, a veces los clientes se unen a los directivos para resistirse al cambio, especialmente si los clientes de siempre están demasiado comprometidos con los métodos antiguos. Por este motivo, es necesario que las compañías experimenten con y aprendan sobre nuevas ideas que les lleven más allá de los deseos o intereses de los clientes actuales.
O, como dijo el señor Henry Ford “Si hubiera preguntado a la gente que querían, me habrían dicho que un caballo más rápido»
Aunque tengamos clara la teoría, la necesidad, la falta de planteamiento estratégico o la simple cobardía hacen que aceptemos estas situaciones como el pan nuestro de cada día.
¿Cómo salir de este circulo vicioso?
Insiste el buen trabajo que tienes con tu web. congratulaciones!