Yo este puente tenía que haberme ido a Granada, pero por cosas de la vida acabó siendo «puente charro» y me alegró un poco el día ver que Rodrigo Cortés presentaba en Hydria su libro » A las 3 son las 2″, libro que hasta esa misma semana yo no sabía que existía. Allá fuimos a escuchar a Rodrigo, todo un referente en nuestra ciudad: culta, limpia y falta de embajadores en los últimos tiempos.
Yo estudiaba Comunicación Audiovisual cuando un (etonces melenudo) cortometrajista del que todos coincidían en decir que era un genio recogía premio tras premio, enseñando en cada entrega una camiseta en la que recordaba que el alcalde de Salamanca le debía dinero. Demasiado romántico para un corazoncito como el mio, así que en una época en la que los medios le evitaban por no meterse en líos, me propuse entrevistarle en un «directo» en la Facultad. Tras un pequeño acoso en su productora, en la Plaza de San Justo, conseguí su si. Probablemente, los momentos más tensos de toda la carrera, pensando si el genio indomable se presentaría o no en nuestro plató y… en cómo me contestaría a mis preguntas, que no quiso saber antes. No defraudó: inteligente, borde, rápido, burlón… ¡genial!
Cuál no fue mi sorpresa al enterarme de que su libro no es ni más ni menos que una recopilación de sus tweets, «ordenados con un ritmo cinematográfico», según comentaron el autor y su editor.¡Volvemos a encontrarnos! Rodrigo Cortés utiliza su cuenta de Twitter como una plataforma donde hacer experimentos expresivos. Gimnasia mental frente al móvil que se traduce en aforismos y microcuentos que según cuenta Rodrigo Cortés son su obra más personal, ya que escribes en distintos momentos y contextos que hacen que al verlos como un todo sean una puerta para tu inconsciente.
Sin embargo, aunque su agudeza e inteligencia deja grandes perlas en este clásico género de los aforismos y greguerías, me ha decepcionado un poco que no haya aprovechado Twitter como medio con todo lo que ofrece. Para mi, mucho más que un mar de egos naufragados, como el autor insinuó alguna vez. Muchas veces he defendido que en realidad Twitter no es una red social si no un medio de comunicación, pero en cierto modo me decepciona que el genio de Rodrigo no haya tenido a bien utilizar las posibilidades de cocreación, conversación y serendipia que ponen a su disposición este nuevo medio.
Pero bueno, nos quedaremos con este salto temporal que se produce cuando a las tres son las dos. Y aunque sepa descargarme los tuits de su cuenta, he comprado su libro. Tiene su punto. Y sus apotegmas:
Exagerar la realidad permite verla.
Muchos han vivido por encima de mis posibilidades.
No dejes para mañana lo que puedas procastinar hoy.
Bonito post, Retales, y coincido en muchas cosas. Yo sin embargo creo que has buscado algo en el libro que no es, aunque cada lector lo vera de una manera. Es un libro (según pienso yo) literario, de ejercicios literarios, minicuentos, greguerías a lo De la Serna, aforismos… No es «twitter llevado al límite», es microliteratura probada en twitter. A mí me gusta mucho su cuenta, totalmente diferente a todas, pero es con el librito que me he dado cuenta de la fuerza que tenian esos tweets como forma de expresión. Unos tweets me gustan mas y otros menos, claro, y los dialogos no los «entiendo» mucho, pero el nivel es altisimo, por cada uno que no va conmigo hay diez que me dejan tocadisima 🙂
Gracias María José. No es que «lo buscara», como te digo antes de la presentación no sabía de qué iba el libro 🙂 Simplemente que conociendo su inteligencia y su gusto por la innovación, me hubiera gustado que experimentara algo más.
Como ejercicio literario y expresivo, como tú dices y como el propio Rodrigo lo define me parece bueno, interesante. Sin embargo, para mi es como si Bansky utilizara los graffitis urbanos porque no le quedan lienzos en casa 😉
Está claro que es que esto depende totalmente del punto de vista. A mi me parece que el libro precisamente ya no tiene que ver con twitter ni funciona así, se convierte en un trabajo literario de greguerias, minicuentos, reflexiones agudas, juegos…Pero es escritura, ya no es twitter. Cambia el modo en que se percibe. Yo soy seguidora de su cuenta y sus cruzadas con el mazapán y sus locuras a las 3 AM, desde hace mucho, o sus relatos improvisados de terror, cosas que no encuentras en otras cuentas, pero este libro no es eso, yo creo.A mi me parece un libro de…No sé cómo llamarlo, porque tampoco son aforismos. Pero es un trabajo de escritor, me parece a mi, no de twittero 🙂 Es simplemente otra cosa, y me alegra escuchar como hablan de él en el ojo crítico, por ejemplo, o el otro día, que estaba escuchando la brujula de onca cero y el presentador empezó a usar el libro para hacer el editorial del día. Me pareció muy interesante porque vi que el potencial tenia mucha mas carga de la que parece. Pero bueno, podriamos estar hablando de esto toda la vida y cada una tendria su opinión, o conectas o no, creo yo 🙂
Mira, lo que te decia de onda cero 🙂
http://blogs.ondacero.es/alsina/ramon-gomez-serna-viviera-seria-tuitero_2013120300318.html
🙂 ¡Veo que te ha encantado el libro!
Sigo diciendo que a mi también me ha gustado. Mi única crítica (que no es tal, si no más bien una «decepción personal») es lo que comentaba de que no utilice el Twitter de una manera novedosa. Para él es sólo un cuaderno más. Como escritor, chapó. Como innovador del lenguaje, le ha faltado un extra.