Hoy, 15M,  se cumple el primer aniversario del movimiento de los «Indignados», que surgió en la plaza de Sol de Madrid y se ha convertido en todo un símbolo del descontento y la desilusión de los ciudadanos de aquí y de allí. Hace poco menos de un año, ilusionada con el movimiento, escribí:

«Creo que el problema más profundo es que España carece de un sentimiento social, de una ciudadania dispuesta a serlo. Aquí ser político equivale a ser de un partido. O perroflauta. La gente «pasa» de política «no le interesa» «no va con ellos». ¿Cómo puede no ir contigo algo que se relaciona intrinsecamente con la ciudadania?» (y mucho  más, en una nota en Facebook)«

Creo que un año después este sentimiento de indignación,  de necesidad de tomar las riendas se ha expandido, ha sido algo que, estemos o no de acuerdo con las formas, prendió en nuestros corazones. Y he tenido la suerte de compartir este año con muchos indignados,  con los chicos de Acampada Salamanca pero también otros que han decidido empezar la revolución donde empiezan todas las revoluciones auténticas, por uno mismo.  Gracias a ellos puedo decir, como esta pancarta del 15M que ayer estaba indignada, pero hoy estoy ilusionada.

Os presento a mis 3 Indignados del año, mis otros indignados:

• David Bonilla: hace poco más de un año dejó su trabajo bien remunerado como programador (sí, con la que está cayendo) y desde entonces ejerce de consultor autónomo de marketing. Predicando con el ejemplo, tiene una visión muy clara: mostrar al mundo que en España hay al menos tanto talento como en cualquier otro lugar del mundo , pero que hemos fallado en comunicarlo. Como un Labordeta geek, recorre España predicando su mensaje y animando a las comunidades locales, como Charrosfera, a promocionar el talento español. Nos ha puesto a todas en guerra,  «Una Resistencia civil y pacífica contra el desánimo y la desazón continua en la que algunos parecen querer que vivamos constantemente. Pero también una Resistencia en contra del “vuelva usted mañana” y el “que cada palo aguante su vela“, que tanto han perjudicado y perjudican a este país.»
• JuanRa: Conozco a Juanra desde hace bastante tiempo,  compartimos pasado abulense y fue mi profesor en la facultad pero, nunca le había visto tan efervescente como este año. Y es que está indignado. Indignado por un sistema educativo demasiado estanco que no puede adaptarse al ritmo del cambio, indignado por ver a los estudiantes llegar a la facultad con una losa demasiado pesada que dice «pre-parados»… Su indignación le lleva a buscar constantemente maneras de provocar a sus alumnos, de quedar con ellos en los bares para que creen comunidades mixtas  que les permita labrarse un futuro. Su indignación hace que lance el año que viene un «Master en Pantallas», porque le cuesta levantarse por las mañanas para enseñar a sus alumnos las cajas y ladillos de la moribunda prensa escrita.
• Julen Iturbe-Ormaetxea: Lo suyo es la indignación calmada y con solera. Hace años, cuando trabajaba como directivo en una gran empresa, decidió que eso no era lo suyo y se convirtió en Consultor Artesano.  Consultor artesano porque revindica la paciencia, el mimo y la confianza, algo no muy popular en el mundo laboral actual. Le escribí un correo para decirle que me encantaría que me ayudase con mi trabajo de fin de máster y me presentó un proyecto utópico (Eutokia) con el que estoy aprendiendo de innovación, de colaboración y de creatividad. De todo eso que necesitamos tener el valor de incluir en nuestros trabajos sino queremos ser parias del nuevo paradigma.  Seguir su blog es aprender cada día, poner en contexto esa indignación que todos sentimos pero  que demasiado a menudo no sabemos conceptualizar. No os podéis perder su último post «Eres lo que trabajas». 

Y como ellos hay muchos más. En las calles, en las plazas, en sus casas, en sus comunidades.   Ellos me hacen estar segura de que lo que dijo Galeano hace ahora un año en la toma de las plazas era cierto: este mundo (de mierda) está embarazado de otro. Y, añadiría yo… tiene muy buena pinta.